Barcelona, 4 de enero de 2017.-  El paro registrado en España se redujo durante 2016 en un 9,54%, de acuerdo con los datos publicados hoy por el Ministerio de Empleo correspondientes al mes de diciembre y con los que se cierra el ejercicio. Las Oficinas de los Servicios Públicos de Empleo suman así su cuarto año consecutivo de bajada del desempleo. 
 
Se puede, a tenor de estos datos, concluir que la mejoría del mercado laboral sigue su curso. Los 390.534 parados menos que hace un año son un signo de esa tendencia positiva. Pero, al margen de estas cifras principales, hay cuatro claves de interés para saber cómo se ha comportado el empleo durante 2016:
 
  • Estacionalidad. La curva del paro registrado mantiene, año tras año, el mismo dibujo. Hasta febrero o marzo (en función de la Semana Santa) crece el desempleo y a partir de ahí comienza a mejorar la situación hasta julio o agosto, con un ligero repunte del paro en otoño hasta que la campaña navideña trae nuevas contrataciones. Sólo que el final de 2016, ni noviembre y ni diciembre fueron tan positivos como cabría esperar.

 

  • Intensa bajada del paro. Octubre de 2013 fue el mes en que la tendencia del paro registrado cambió de signo: tuvo un descenso interanual (respecto al mismo mes del año anterior) del 0,46%. Desde entonces, ese porcentaje ha ido, con pequeñas recaídas, incrementándose hasta superar el 9% durante el último tramo de 2016. Es decir: el año pasado la bajada del paro se ha acentuado.

 

  • Dos velocidades: todos los indicadores del empleo muestran siempre dos realidades territoriales bien distintas, la del norte y la del sur de España. En 2016 este patrón ya conocido volvió a repetirse: La Rioja, Cantabria, Baleares, Cataluña, Castilla y León y Aragón mostraron un descenso interanual por encima del paro registrado por encima del 10%. En el extremo opuesto, en Extremadura, Canarias y Andalucía no llegó al 7%.

 

  • La cara negativa: las tres claves anteriores han puesto el acento en el paro registrado y su positiva evolución. Pero hay otros indicadores no tan positivos: temporalidad, parcialidad, estancamiento de la población activa, salarios… Y 2016 no ha dado buenas señales en ninguno de los problemas que viene manifestando el mercado laboral y que tienden a hacerse crónicos si no se actúa pronto sobre ellos.
     

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