- Un 11% de los trabajadores españoles siguen cobrando en B en 2023, frente al 12% de 2021
- Casi 3 de cada 10 encuestados que declara recibir ingresos en B lo hace porque los bajos salarios le obligan a buscar alternativas en la economía sumergida
- La predisposición al cobro en B se incrementa en 5 puntos porcentuales desde 2021, hasta alcanzar el 28% de las menciones este 2023
- Los andaluces son los más predispuestos a cobrar en B con un 33% de las menciones, 9 puntos porcentuales más que en 2021
La pasada semana, el Ministerio de Trabajo actualizó la estadística de convenios colectivos, mostrando que los salarios subieron un 3,26% hasta junio, por encima de la tasa de inflación adelantada para ese mes que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), fue de un 1,9%. Esto significa que, de media, los trabajadores cubiertos por las negociaciones colectivas han comenzado a recuperar parte del poder adquisitivo perdido en los últimos meses y que se aprecia una contención de la inflación por la bajada del precio de los alimentos, los carburantes y la electricidad, aunque la subyacente (5,9%) sigue por encima del IPC general.
Más allá de este dato, la recuperación de los ingresos también tiene que ver con otra cuestión que merece un análisis: la economía sumergida. En un mercado de trabajo con una tasa de paro del 12,7%, los últimos datos sobre Salarios en B de InfoJobs, plataforma de empleo líder en España, indican que un 11% de los trabajadores españoles sigue ejerciendo esta práctica en 2023, porcentaje muy similar al registrado en 2021 (12%), año de la hasta ahora última edición de este informe.
Teniendo en cuenta la ilegalidad que supone esta práctica, otras consecuencias importantes para los trabajadores y trabajadoras que cobran parte de su sueldo en B es que al no cotizar, pierden las prestaciones de la Seguridad Social e, incluso, pueden ver perjudicada su jubilación. En este sentido, según recoge la encuesta, existen dos condicionantes claves para el cobro en B: los salarios bajos, que obligan a los empleados a buscar alternativas en la economía sumergida (38% de menciones en 2023 frente al 29% en 2021, un incremento en el que tienen mucho que ver las dificultades económicas, la subida de tipos de interés y el encarecimiento de las hipotecas); y que las empresas no dan otra opción, aunque se reduce respecto a 2021: 37% de menciones, frente al 50% de hace dos años. Otro resultado que llama la atención respecto a 2021 es que el tercer motivo por el que reciben ingresos en B (no pagar impuestos por considerarlos desproporcionados), sube 8 puntos porcentuales: del 12% al 20%.
En palabras de Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs: “Es muy probable que la situación económica del último año, caracterizado por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo, haya acentuado esta práctica. En este sentido, la calidad del empleo, la formación y el desarrollo de políticas públicas que beneficien a los colectivos con mayor precariedad son claves para acabar con los salarios en B y consolidar nuestra economía”.
Quiénes cobran más en B: jóvenes de entre 16 y 24 años, con un salario bajo
Del informe se puede extraer que 1 de cada 3 jóvenes (32%) de entre 16 y 24 años ha recibido ingresos en B en los últimos dos años. Este porcentaje disminuye con la edad, situándose en un 5% entre los mayores de 54 años. Dentro del rango de los jóvenes, el 8% recibe dichos ingresos debido a las horas extra, y otro 8% viene por parte de trabajos secundarios.
Por nivel de ingresos, en los últimos dos años, los trabajadores que ganan hasta 1.000 euros son aquellos que han recibido ingresos en B en mayor medida, con un 19% de las menciones. A estos les siguen con un 13% quienes reciben entre 1.001 euros y 1.500 euros mensuales. A partir de aquí, aproximadamente 9 de cada 10 no ha recibido ingresos en B en los años analizados.
La predisposición a cobrar en B aumenta
Por otro lado, resulta significativo que, tal y como señala el análisis de la encuesta, la predisposición a cobrar en B ha aumentado entre los trabajadores españoles. En concreto, este incremento es de 5 puntos porcentuales respecto a 2021, alcanzando un porcentaje de hasta el 28%. De este 28%, entre aquellos más dispuestos destacan los hombres (30%) y los que trabajan en el sector primario o secundario (33%).
Además de ello, cabe destacar que hay un 19% de trabajadores que prefieren cobrarlo de manera parcial (2 puntos porcentuales más respecto a 2021). Y, por otro lado, hay un 9% que estaría conforme con cobrar todo su sueldo ‘en negro’. De estos, lo aceptarían un 11% de hombres frente al 7% de mujeres.
Por otra parte, las diferencias por edad son relevantes: a mayor edad, menor disposición a cobrar el sueldo en B, probablemente debido a una mayor proximidad a la edad de jubilación y, por consiguiente, a la revisión de los años cotizados. De esta manera, los encuestados más jóvenes, de entre 16 y 24 años, constituyen el colectivo con mayor voluntad a cobrar en B (51%). En cambio, solo un 20% de los mayores de entre 44 y 65 años aceptaría esta práctica. Respecto a los resultados de 2021, los jóvenes también son los que más han aumentado la disposición, seguramente porque son los más afectados por el contexto económico y las situaciones laborales más precarias.
En cuanto al nivel de ingresos, ocurre algo parecido: a mayores ingresos, menor es la disposición a cobrar ‘en negro’. De tal forma, el 41% de aquellos que ganan hasta 1.000 euros mensuales aceptaría dicho pago y, de entre ellos, el 27% lo preferiría de manera parcial. Asimismo, y a nivel de estudios, el 47% de aquellos que no tienen estudios sí lo aceptarían, un porcentaje mucho menor que quienes sí tienen estudios (24%).
Los andaluces, los más predispuestos a cobrar en B
Por comunidades autónomas, el informe refleja que los andaluces son los más predispuestos a cobrar en B con un 33% de las menciones, habiendo crecido el dato en 9 puntos porcentuales respecto a 2021, cuando se registró un 24% de menciones. Cabe señalar que Andalucía es una de las comunidades autónomas con la tasa de paro más elevada (18,3%), según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), y ello puede implicar justamente esta tendencia en los trabajadores de la región.
En el otro lado se sitúa País Vasco, la comunidad autónoma en la que menor predisposición existe (24%).
*Nota metodológica del informe:
Los datos de población activa se han extraído con una encuesta online autoadministrada (CAWI) a través de un panel con un cuestionario estructurado de una duración aproximada de 15 minutos. La muestra ha sido de 4.805 panelistas que componen una distribución proporcional y representativa de la población nacional de 16 a 65 años y guiada por cuotas de sexo, edad y región y situación laboral. El margen de error es de +/- 1,4%.