Barcelona, 26 de enero de 2017. – La Encuesta de Población Activa publicada hoy por el INE certifica la mejora del mercado laboral español durante el año 2016. El ejercicio se cierra, según estos datos, con 541.700 parados menos que un año antes. La creación real de puestos de trabajo, medida por el número de ocupados, ha sido de 413.900, después de que en el último trimestre se perdiesen 19.200. La pregunta necesaria en este momento es qué pasará en 2017.
Las previsiones para este año oscilan entre la continuidad, con cerca de otro medio millón de empleos nuevos, y una ralentización que podría dejar esa cifra en la mitad. Este segundo cálculo, más pesimista, tiende a considerar que el crecimiento económico tampoco será capaz de mantener el ritmo de 2016.
Eso en cuanto a las cifras, pero mucho más interesante se plantea 2017 en cuanto a novedades laborales. El estancamiento político de 2016 dejó en suspenso la puesta en marcha de medidas anunciadas y nunca ejecutadas; o actuaciones, algunas muy necesarias, en ciertos ámbitos que requieren atención y acción legislativa, como los salarios o la parcialidad. En esta línea, el acuerdo para la subida del salario mínimo con el que, prácticamente, ha arrancado la legislatura, marca el camino de lo que podemos esperar en políticas laborales durante este año: acuerdos amplios que logren la mayoría parlamentaria suficiente para salir adelante.
Retos hay muchos: desde la necesaria reforma del régimen de autónomos a la adecuación de la formación (en particular la FP) al cambiante mercado laboral; desde la persecución de la precariedad (que en el pujante turismo español tiene uno de sus más preocupantes nichos) hasta la necesidad de recuperar población activa ante él, no por previsto menos dramático, amenazante futuro de las pensiones.
Es imposible resolverlos todos durante el 2017 que acabamos de estrenar, pero el nuevo escenario político, en el que el diálogo y los acuerdos serán imprescindibles, proporciona una oportunidad para afrontar las raíces de los problemas del mercado laboral español. Si las medidas se adoptan por acuerdos amplios, su equilibrio y perdurabilidad juegan a su favor.